Increíblemente ya han transcurrido dos meses desde nuestra llegada al país, el tiempo ha pasado bastante rápido y sin duda alguna en cada semana he aprendido algo diferente, aún no me he terminado de acostumbrar con algunas cosas, pero siempre es emocionante conocer e intentar algo diferente.
De igual manera, ya hemos tenido nuestra primera semana de seminario junto con otras cinco compañeras voluntarias de Guatemala y Honduras; en el cual convivimos, intercambiamos experiencias, hicimos diversas dinámicas y de igual manera aprendimos de su cultura y compartimos un poquito la nuestra.
Resultó ser una semana muy enriquecedora ya que tuve tiempo para divertirme, para aprender nuevas cosas, resolver dudas y sobre todo para reflexionar.
El otoño finalmente ha llegado a Münster; sabía que Alemania se caracterizaba por ser un país en el que llueve bastante seguido y que además hace mucho frío, sin embargo no tenía idea de lo que realmente es; se han terminado los días soleados, ahora casi siempre está nublado, estos últimos días ha llovido bastante y el viento es frío, por lo cual la gripe está “a la vuelta de la esquina”; aunque no todo es malo, ya que de igual manera, el paisaje, también ha cambiado (gradualmente) y los colores ocres comienzan a rodear mi entorno, lo que resulta ser bastante agradable y hermoso a la vista.