Primer mes

De cuando cumplimos el primer mes…

-¿Que? ¿Ya se cumplió un mes desde que llegamos a éste país?

El primer fin de semana lo pasé en casa, vivo en un lugar llamado Alverskirchen, que se encuentra a 3 km de Everswinkel, donde está la Parroquia, el domingo asistí a misa con Andrea, mi mamá Alemana, para sorpresa mía, el Párroco ya sabía de mi llegada, y al inicio de la celebración me presentó con la asamblea, con mi oído (aun no adaptado al idioma) logré entender que dijo que vengo de México y que trabajaré en un asilo de Ancianos que está en el mismo pueblo, al finalizar la celebración nos trasladamos a la casa parroquial, donde comimos salchichas asadas, una de las comidas típicas de Alemania, ¡riquísimas!, ahí pude interactuar con algunas personas que realizan servicio dentro de la parroquia en distintas áreas sociales o litúrgicas, yo no tenía palabras (literalmente).

Al día siguiente comenzó nuestro curso, Andrea me llevó al seminario en Münster, la semana transcurrió rápido, y me enfrenté, por primera vez, a subir a un autobús completamente sola, en un idioma que aún no comprendía, sinceramente sentí muchos nervios, pero logré regresar a casa sin ningún problema, de ahí en adelante se volvió mucho más sencillo. 

En la primer semana recibí la visita de un gran amigo que vivió 6 meses en Nopala, lo conocí cuando prestaba su servicio como seminarista en nuestra parroquia de Santa María Magdalena, en Nopala, ahora recién ordenado Diácono, por el conocí Münster en fotos, y sinceramente fue muy emotivo encontrarnos de nuevo, ahora en éste lugar que hace 2 años se me hacía tan lejano, gracias Jan. 

Durante las 4 semanas que duró nuestro curso, vivimos de lunes a viernes en el seminario de la diócesis de Münster, yo viví en el 4to piso, así que cada que salía de mi recámara tenía que asegurarme de llevar todo lo necesario y así evitar regresar seguido, cosa que por supuesto no logré, y al menos por día subía y bajaba un promedio de 4 veces, la recámara era muy amplia, tenía acceso a dos ventanas, puesto que se encuentra en una esquina, desde una de las ventanas tenía una vista inigualable, podía ver “Domplatz” y el “Dom” (Catedral) en todo su esplendor, no podía estar más feliz. 

Y así, como escribo éste texto, se pasó volando el primer mes, nos despedíamos de nuestros amigos del seminario, de nuestras maestras, que se volvieron nuestras amigas, y que nos dieron más armas para enfrentarnos al idioma, fue el día de regresar a casa, feliz de haber concluido el curso, y de saber que puedo hablar un nuevo idioma que comencé a conocer hace 1 año (no hay imposibles), aunque claro, hay mucho por mejorar. 

Un día antes de comenzar a trabajar (16 de septiembre) se llevó a cabo una reunión en Münster para conmemorar la independencia de México, con un grupo de mexicanos y Latinoamericanos (que aprecian tanto como nosotros nuestras costumbres) que viven cerca, es indescriptible esa sensación de encontrarse con más connacionales a miles de kilómetros de nuestro amado México, esa alegría mezclada con nostalgia al cantar algunas de las canciones más emblemáticas de nuestro repertorio, no hay nada igual. 

Casi lo olvido… en el evento, conocí a una persona, me preguntó: 

  • ¿De donde eres?
  • De México, respondí, -¿y tú?
  • También de México, ¿de qué Estado? 
  • De Hidalgo, comenté
  • ¿En serio?, yo también
  • Soy de un municipio que se llama Nopala
  • ¡Yo soy del Jagüey! (Una comunidad de Nopala)

Por un momento no sabía cómo reaccionar, ¿que probabilidad existe de encontrar a alguien de tu mismo municipio a miles kilómetros de distancia?

Decir: “hasta pronto”… decir: “hallo!”

Bienvenida en el Aeropuerto de Düsseldorf, Alemania

14 de agosto de 2018 sonó la alarma, sorprendentemente dormí sin problema alguno durante la noche, el día llegó, días antes comencé a decir “hasta pronto” a mis amigos y familiares, el día anterior me despedí de mis 3 abuelos, de mi casa, de mi pueblo. Me levanté y desayuné pan de muerto que mi amiga Nancy compró para mi, corrimos al aeropuerto, buscamos a los demás voluntarios, identificamos el lugar de abordaje y salí de nuevo a comer con mi familia que me acompañaba, se llegó la hora, los abrazos, lágrimas, emoción, tantos sentimientos en un solo lugar, un último abrazo a la familia y correr a la fila para finalmente llegar al avión, nos despidieron con “cielito lindo”, no es necesario decir que la piel se puso chinita y alguna lágrima rodó.

Muchas horas después, llegábamos a Madrid, ¿en serio estamos ya en Europa?, de nuevo a correr, a buscar la salida, la entrada, abordar un nuevo avión con destino a Düsseldorf, por fin pude dormir un poco, una hora fue suficiente. 

¡Estamos en Alemania! 

Nos recibieron los acordes de una canción tan conocida y querida para nosotros: “cielito lindo”, la misma con la que nos despidieron en México, nuestros amigos ex voluntarios alemanes, miembros de ÁNIMO y nuestras nuevas familias, salimos del aeropuerto, muy felices, con las maletas cargadas de sueños, ilusiones, alegrías, de nuevo, mil sentimientos. 

Llegué a casa con mi familia nueva, tengo 2 hermanos pequeños, mamá y papá, una bella familia que me abrió las puerta de su casa, donde viviré por un año, 4 días de descanso, tramites, otros trámites, conocer el Pueblo (hablaré más tarde de ahí). 

Llegó el lunes y comenzó nuestro curso intensivo de alemán, nos volvimos a reunir los 5 voluntarios (Efra, Jimena, Nicole y Cristobal), durante un mes vivimos en el Seminario Borromeaum en Münster, justo en el cantro de La Ciudad, frente al Dom (Catedral) el lugar es increíble, en el seminario eran vacaciones de verano, sin embargo ahí viven personas de otras partes del mundo, voluntarios, universitarios, seminaristas y sacerdotes, hicimos muy buenos amigos ahí.

El curso transcurrió volando, nuestras maestras (Raphaela y Annika) se esforzaron por brindarnos un curso a medida y lo lograron, durante nuestra estancia en Borromeaum, algo que desde el primer día coincidimos todos que lo que más nos impactó, entre otras cosas, es la puntualidad de la gente, la comida se servía exactamente a las 12:30, comenzábamos con la bendición de los alimentos, y justo en media hora terminábamos con una oración final.

Conocimos (y seguimos conociendo), un poco de la historia de la ciudad, su gente, algunas de sus muchas iglesias, sus calles, abundan los ciclistas, se dice que cada habitante tiene en promedio 2 bicicletas, más adelante escribiré alguna entrada sobre la ciudadanía y los lugares cercanos. 

Espero hayan disfrutado el texto, estaré publicando con regularidad para que puedan acompañarme durante esta experiencia. 

Misa de envío, Parroquia de Cardonal, Hidalgo 12 agosto 2018

Presentación

Hola, mi nombre es Mariel Fuentes Lugo, tengo 24 años, soy originaria de un municipio del estado de Hidalgo llamado Nopala de Villagrán, pertenezco a la Parroquia de Santa María Magdalena y junto con mi familia prestamos un servicio en la Capilla de San Sebastián,  actualmente me encuentro en Alemania realizando un voluntariado en un asilo de ancianos llamado St. Magnus Haus, en Everswinkel, a media hora de Münster, mediante éste blog iré contando mi experiencia durante éste año de servicio en la Diócesis de Münster

Número Genial
0